José Luis Rodríguez (El Puma y El Maligno, según el día) es Ferroviario de tradición, Doctor en CC. Físicas por afición y Cinéfilo empedernido por devoción. A lo largo de su vida ha ido acumulando muchos miles de horas en las oscuras salas de cine. Desde su más tierna infancia, en uno de aquellos cines de pueblo de los años 70’s, en los que los domingos en la sesión de las 4 de la tarde, echaban de todo, desde películas con un Tarzán negro a las horrendas comedias españolas parodiando, por ejemplo, a Johan Cruyff (interpretado por Joe Rigoli) y la miríada de películas de catástrofes de aquellos años; en las que había terremotos, olas gigantes, abejas, arañas, murciélagos, orugas, monos gigantes, incendios en rascacielos y un sinfín de problemas en casi todos los Aeropuertos de EE.UU.
Creciendo con el cambio de los tiempos, ha vivido la evolución del Mundo de forma paralela a la del Cine, pasando a disfrutar de los Multicines, la llegada de los Blockbuster de los 80’s y la aparición del nuevo Cine Español con la llegada de la Modernidad con la Movida, ampliando su interés por el cine de otras culturas y de otras épocas, mirando sin reparos hacia el maravilloso mundo del Blanco y Negro y del Cine Mudo.
Si ahora pudiese disponer de una máquina del tiempo, regresaría a un punto en el que poder elegir ser crítico de Cine y no porque le guste criticar, que también, sino para poder ir al Cine gratis y en horario laboral. Recuerda con cariño (y cierta nostalgia) las figuras de aquellos que sí lo pudieron hacer, como los inolvidables Alfonso Sánchez (si alguno no lo conoce y le apetece, que busque el cortometraje que José Luis Garci le dedicó un poquito antes de ganar su Óscar) con su asfixiante voz, su sempiterno cigarro en la boca y su aspecto de abuelo de la Gran Familia; Antonio Gasset con sus zahirientes y geniales comentarios (casi siempre sobre la audiencia que seguía el mítico DÍAS DE CINE) o las vitriólicas críticas de Carlos Boyero – a quien Joaquín Sabina le dedicó un genial Soneto – capaz de condensar la opinión de una película GENIAL de más de 3 horas, en una o como mucho dos palabras. Él es de la opinión de que sólo hay dos tipos de cine; el primero es el que se hace para que durante su visionado no pensemos en nuestras vidas; siendo el segundo es que nos obliga a pasar parte de nuestra vida pensando en lo que hemos visto.
Otro aspecto relevante en el que también se manifiesta un friqui/friky es en lo relacionado con la Música de Cine. Eso le llegó algo más tarde, fue una noche de 1982 en la que Deckard desobedeció la orden de retirar a una enigmática replicante llamada Rachel y que Vangelis inmortalizó en una Banda Sonora impagable e inolvidable.
Así, actualmente, este individuo dispone de un archivo-colección con más de 3.500 películas y casi 5.000 Bandas Sonoras que va complementando con adquisiciones que, ciertamente, provienen más del tiempo en que él no vivía en este Planeta que de lo nuevo que va apareciendo cada día. Por cierto, la última serie que reconoce vio completa fue ANILLOS DE ORO. Este dato lo damos por si…
Así, nuestra idea es, con este personaje, sus conocimientos y la colaboración que nos brinda, desarrollar diversos ciclos temáticos en el Espacio de Cine de BUZTINAGA, con el objeto de ilustrar cómo el Séptimo Arte ha identificado (y representado) diversos aspectos que este espacio cultural desarrolla en relación con el ARTE, la CULTURA, la HISTORIA y el FOLKLORE. Será interesante conocer de qué manera la gente del cine (porque el cine en sí mismo no es nada, se habla de él como si fuese un ser único y consciente, cuando sólo es un término que engloba las particularidades de todos los que trabajan en cada proyecto cinematográfico) ha interpretado las vidas y actos de aquellos otros artistas, políticos, intelectuales e incluso cineastas que puedan presentársenos de interés dentro de las actividades que desarrollaremos en BUZTINAGA.
Todo lo anterior no quiere decir que todo el Cine que presentemos sea ‘‘BUEN CINE’’; habrá películas que serán buenas, pero otras será que no, dado que el objetivo es presentar lo que se ha hecho sobre un determinado personaje, movimiento artístico, momento histórico, cultura u obra concreta, siendo nuestro objetivo ampliar el conocimiento sin condicionarlo a la calidad artística, dado que este criterio es, igualmente, discrecional y subjetivo.
Tal es nuestro ánimo y esperamos contar con vosotros para arrancar y luego…, bueno, luego ya iremos viendo.
Gracias